sábado, 13 de diciembre de 2014

Visita Trujal de Artajo

Fue un verdadero gusto y privilegio haber visitado el trujal de Artajo, no sólo por haber visto y conocido el proceso de elaboración del aceite de oliva de la mano de profesionales como estos y haber tenido la oportunidad de probar un aceite de oliva como ninguno que jamás haya tomado, sino por haber tenido la posibilidad de ver otras localidades hasta ahora desconocidas para mi.



Después de un viaje hermoso recorriendo no sólo los paisajes típicos del País Vasco lleno de valles y montañas, sino también las llanuras de Navarra, llegamos a Tudela  a la almazara de Artajo rodeada de sus impresionantes olivos. Una vez allí, entramos en el edificio principal para asistir a una presentación de la empresa, su historia, el cuidadoso proceso de elaboración que llevan a cabo desde la plantación, cuidado y poda de los olivos, recolección, extracción y envasado. Aprendimos acerca de los diferentes tipos de aceitunas y aceites, sus propiedades, características físico-químicas y diferencias de uso de acuerdo con la clasificación del aceite. Igualmente, nos ayudaron a desmitificar ciertas informaciones acerca de los aceites más comerciales que encontramos en el mercado y nos proporcionaron datos importantes para saber reconocer los aceites que realmente se diferencian del resto por su alta calidad. Posteriormente, pasamos a realizar una cata de uno de sus aceites virgen extra (elaborado con 100% aceitunas koroneiki de origen griego, pero que con mucho éxito han logrado cultivar en las proximidades del trujal). Durante la cata, pudimos degustar su impresionante sabor y discutimos sus características organolépticas (aromas herbáceos, especiados, color, variación de su aspecto a medida que aumenta su temperatura, etc.). Seguidamente, pasamos a ver el proceso completo de la elaboración del zumo de aceitunas, inclusive pudimos ver a la máquina recolectora haciendo el proceso de  la cosecha en el campo. Estas aceitunas serían llevadas inmediatamente al almazara para su procesamiento, siendo este uno de los secretos de Artajo para elaborar sus aceites de altísima calidad, pues así logran prevenir la oxidación de las aceitunas y su posible fermentación antes de entrar en el proceso de despalillado, molienda y posterior extracción en frio. Es realmente impresionante lo simple que parece ser el proceso, pero es el cuidado de los detalles lo que hace de estos aceites algo muy especial. Por ejemplo, en lugar de extraer cantidades excesivas de aceitunas de cada olivo para la elaboración del aceite o zumo, prefieren tener plantaciones con mayor número de árboles y  cosechar menor cantidad de cada uno de ellos, para conseguir así  los mejores frutos con la maduración justa.




Finalmente, y para cerrar la visita, probamos la comida que el mismo propietario cocinó para nosotros. Platos hechos con alimentos frescos y de preparaciones sencillas pero absolutamente deliciosos. Acompañados y cocinados, claro está, con los aceites de la casa. Inclusive el postre!(una verdadera novedad culinaria para mi) rodajas de naranja con virutas de chocolate y aceite de oliva.

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